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viernes, 16 de septiembre de 2011

Efectivamente, las parálisis del VI par craneal no son ni mucho menos testimoniales (al igual que la parálisis del III par, que produce un estrabismo principalmente divergente, o que la parálisis del IV par que produce un estrabismo divergente; ninguna de las parálisis de los tres nervios oculomotores son infrecuentes). Aunque no doy datos epidemiológicos concretos, siempre intento enumerar las causas más frecuentes y no mencionar las rarezas. Al hablar de causas congénitas, por ejemplo, menciono el síndrome de Duane que es frecuente, y no el síndrome de Moebius que, aunque también produce endotropia, es bastante raro.
Existen también parálisis de la mano y los dedos, bastante frecuente por otra parte. No tengo los datos, pero es posible que la prevalencia de parálisis de los dedos o la mano sea similar o superior a las parálisis del IV par. Los traumatismos del brazo pueden ser una causa, por lesión de alguno de los nervios implicados (cubital, radial y mediano, creo recordar). Más prevalente son las causas traumáticas que producen secciones medulares altas, cuando se produce una tetraplejia. Y en casos de accidentes cerebrovasculares (infartos o hemorragias del cerebro) son muy frecuentes las hemiplejias, en donde se afecta la movilidad de medio cuerpo, y por tanto también la mano. También hay parálisis generales que afectan también a la mano; por poner ejemplos de importancia histórica: tétanos, botulismo, envenenamiento por curare.
Lo que diferencia una parálisis del VI par no es que sea más frecuente que una parálisis de la mano, sino el carácter “específico” de parálisis muy concreta y aislada del VI par, mientras que cuando se paraliza la mano, suele haber otras parálisis acompañantes. Y esto se debe a la anatomía, a las peculiaridades de las diferentes vías nerviosas. La movilidad del cuerpo de cuello para abajo tiene una ruta clara: desde el cerebro bajan unas vías por la médula espinal, y luego salen nervios raquídeos. Hasta que no salen los nervios raquídeos, la información todavía está dentro del sistema nervioso central, bien “empaquetada” y protegida, y siempre junto al resto de vías motoras. Es difícil dañar estas vías, y mucho menos de forma aislada, sin afectar a otros movimientos. Incluso en los propios nervios raquídeos, la información no va aislada: para el brazo y las piernas, los nervios vuelven a “juntarse” en plexos nerviosos, de donde salen otros nervios, y cada uno de ellos inerva varios músculos.
El sexto par es mucho más peculiar. Tiene su propio núcleo motor dentro del cerebro, separado anatómicamente de otros nervios, y claramente identificado. La información sale en seguida del cerebro; directamente del núcleo surge el nervio, y aunque una parte importante de su recorrido la hace dentro del cráneo, está relativamente desprotegido. Sólo inerva a un músculo, el recto lateral, que sólo hace una acción, la abducción. Por lo que su parálisis, sea al nivel que sea (dentro del cerebro en el núcleo motor, o en el nervio periférico, o en el propio músculo) produce un efecto muy concreto y aislado: aducción.
Las causas de la parálisis del sexto par, al igual que la de los otros nervios oculomotores, son diferentes que las ocurridas por los nervios raquídeos: tiene más que ver con el cerebro y las estructuras del cráneo: aumento de presión craneal, aneurismas, tumores, infección por virus, problema de circulación, etc. En este sentido comparten muchas causas con nervios que están próximos, como el nervio facial o el acústico.

En particular, las parálisis de sexto par las encontramos con frecuencia en aumentos de presión del cráneo (el cerebro y el líquido cefalorraquídeo están a presión alta, y el sexto par queda presionado contra el hueso), traumatismos craneoencefálicos, y problemas de circulación.


Lo fundamental es entender las acciones musculares individuales. Estás suponiendo que el oblicuo superior tiene acción elevadora porque está arriba. Pero es un músculo depresor, además de inciclotorsor y abductor.

1.- Realmente no tiene nada que ver que el nervio sea motor. En ningún sitio queda dicho que cuando duele de hacer “fuerza”, la sensación dolorosa vaya por el nervio motor. Los músculos también duelen y se sienten. Lógicamente la sensación va por nervios sensitivos.
2.- ¿Por qué no?. A veces también se utilizan para estrabismos divergentes, pero las indicaciones y el pronóstico varía. Obviamente, la parálisis se aplica en los músculos que llevan el ojo hacia afuera.

Un ojo vago puede llegar a producir ojo vago, pero es mucho más raro. Tiene que perderse mucha visión para producirse un estrabismo que llamamos “sensorial”. Lo normal es que el ojo vago sea consecuencia del estrabismo, no causa.

http://ocularis.es/blog/?p=208

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